Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que en Riotinto, en la provincia de Huelva, hubo una “Little England”. Se concibieron villas y suburbios a la inglesa, se importaron hábitos y costumbres sociales. La “culpa” de esta transformación la tuvo una explotación minera y la empresa que desde 1873 la dirigió, la Rio Tinto Company Limited.
No fueron los ingleses los primeros que recorrieron estos territorios, las minas de Riotinto se cuentan entre las más antiguas del mundo. Una tierra descarnada, una vegetación reducida a la nada que, no obstante, guarda en esos parajes destruidos una insólita belleza.
El territorio está hoy habilitado para la visita en el recinto del Parque Minero de Riotinto. En él se incluyen diversos elementos de interés: el Museo Minero es la mejor introducción al espacio de las minas, ubicado en el antiguo hospital de la Rio Tinto Company Limited. Quienes se acerquen no deberían perderse dos cosas: la reproducción de una mina romana de 250 metros y el lujoso “vagón del Maharajá”, construido para la reina Victoria de Inglaterra y traído a Riotinto para una visita de Alfonso XIII.
Irse de él sin tomar el ferrocarril turístico minero sería un error, pues aquí perdura la verdadera esencia: 12 kilómetros de la antigua línea comercial de Riotinto, con sus locomotoras y vagones restaurados, se han recuperado para su uso turístico. En él podremos observar los bellos paisajes que nos recuerdan a la época colonial.
Dónde comer|Arrieros, Mesón Cinco Jotas,
Dónde dormir| Finca Valbono , Posada de Valdezufre