Manumission es la mítica fiesta de la electrónica, celebrada en Privilege y en Amnesia, no recala en Ibiza este verano. Pero no preocuparse, no van a faltar raves donde desfasar entre neones y bailes vampíricos.
Cada vez hay más turistas, pero sus estancias son más cortas. Son viajes express o fiestas interminables, según se mire. Lo importante es renovar la agenda: lo crean o no, Ibiza es mucho más que el Café del Mar y Pachá. La gran alternativa al house son los conciertos de Ibiza Rocks, un festival que trae cada martes a grupos internacionales del panorama indie.
Su capital es Patrimonio de la Humanidad. Dalt vila es uno de los mejores enclaves de la isla para ver amanecer después de la fiesta y después de desayunar, visitar la catedral. Como ya no hay after-hours gracias al Govern, la opción no es otra que sol y playa. El litoral más salvaje es el del norte, con playas excepcionales como Benirrás o Xarraca, en Sant Joan.
En Santa Gertrudis, se esconde un chill out campestre llamado Bazaar. Aquí se puede tomar una copa, cenar e incluso comprar algo en el mercadillo que han instalado. Un plan para los nostálgicos de la época hippie, a los que siempre les quedará el acantilado de Atlantis, con las cuevas tuneadas de dibujos de budas, y el islote de Es Vedrà, santo y seña del new age, al fondo.
Más información| Turismo de Ibiza
Por la noche| Ibiza rocks, Boutique Hostal Salinas, Space, Pachá, Privilege, Amnesia
Para comer bien| Ancient People, La Bodega
Para dormir | Hotel Ibiza Rocks, Atzaró