En Holanda existió una familia tan rica y poderosa que cuando todos sus integrantes fallecieron, su hogar fue convertido en un museo que encierra piezas preciosas de arte y una belleza arquitectónica sin igual. Se trata del museo Van Loon y lleva el nombre de la familia en cuestión.
La casa de los Van Loon es una pieza artística en sí misma. Su diseño fue encargado al arquitecto Adriaen Dortsman, quien se hizo famoso al diseñar la Iglesia Luterana y la actual sede del consulado francés en Holanda, Walenweeshuis.
Fue Hendrick Van Loon quien adquirió la casa en 1884 pero lo hizo para que viviera su hijo, Willem, quien se casó con Thora Egidius, quien era la dama de compañía de la reina Wihelmina. Fue precisamente Thora la última habitante de la casa y falleció en 1945. Fue recién 28 años después que el museo empezó a funcionar en la misma casa. Para esto se debió realizar un intenso trabajo de restauración.
Una de las partes más impresionantes de la casa-museo es el jardín, que cuenta con una gran amplitud y enormes espacios verdes que sorprenden a propios y extraños. Este inmenso jardín trasero fue diseñado en 1970 durante las restauraciones al lugar. Se realizó según los parámetros simétricos de la casa y el resultado es impresionante.
Para ingresar al museo Van Loon se debe pagar 6 euros para una entrada de adulto, 4 euros para chicos de entre 6 y 18 años y los menores de 6 entran gratis. El horario es de 11 a.m. a 7 p.m.