Colocada en la homónima Plaza de Trevi, en pleno centro de Roma, constituye la mayor fuente de la Ciudad Eterna, además que una de las más famosas al mundo. De estilo barroco, con 25,9 m de alto y 19,8 de ancho, ha sido restaurada en 1998 y es una meta obligada para el turista.
La fuente fue proyectada por Nicolò Salvi y se terminó de construirla en 1762. Tiene como tema “el mar” y representa a dos hipocampos (una especie de caballos marinos), precedidos por dos tritones, en el acto de tirar el carro de concha del Dios Neptuno. El Dios del Mar está representado por la estatua del Bracci “Océano”. La fuente a los lados tiene dos estatuas de Filippo della Valle “Abundancia y Salubridad”, y en el fondo, a completar este magnífico escenario, el Palacio Poli.
La fuente aparece distintas veces en el cine, por ej. en “Totòtruffa 62″, cuando el cómico Totò intenta venderla, y seguro que recordarán a la encantadora Anita Ekberg en “La Dolce Vita” mientras toma un baño.
El lanzo de la moneda (que aparece en la canción “Arrivederci Roma”) se debe hacer de espaldas a la fuente, con la mano derecha se lanza la moneda por encima del hombro izquierdo y se piden tres deseos. Se hace para desear un regreso a la Capital. Se ignoran las orígenes de la tradición, pero se piensa que pueden nacer en el uso de tirar pequeños donos en las fuentes sagradas para poder propiciarse a las divinidades locales. Todas las noches la Cáritas recoge las monedas, aunque no es raro ver a algún espabilado intentar robarlas.
La fuente del amor. Cuando todavía se bebía su agua (era una de las mejores porque no era calcárea), las chicas hacían beber un vaso de su agua al novio que se marchaba, el vaso luego se rompía como signo y deseo de fidelidad.
El as de copas. A la derecha de la fuente hay un jarrón travertino llamado “El as de copas”, que según las voces, fue colocado ahí por el Salvi para molestar la vista de un barbero que continuava a criticar su trabajo.
CONSEJOS
Usar calzado cómodo, sobretodo las mujeres, porque el suelo de la plaza está hecho de pequeños ladrillos y los tacones se rompen. Además se aconseja de visitarla sea de día que de noche, para ver los cambios de iluminación que modifican completamente el aspecto de la fuente. ¡Y no se olviden de lanzar la moneda!