El Auditorio de Ibirapuera se ubica en la ciudad de Sao Paulo, Brasil. En el año 2005, luego de 50 largos años de inconvenientes fue por fin inaugurado por su principal gestor y arquitecto, Oscar Niemeyer, quien a esa fecha contaba con 99 años de edad.
Este genial arquitecto que se adelantó a su época es también el gestor de los diseños arquitectónicos de Brasilia y de su planificación urbana.
El anteproyecto para el Complejo del Parque de Ibarapuera fue elaborado en 1951 por invitación del industrial Ciccillo Matarazzo a Niemeyer en asociación con los arquitectos Helio Ochoa, Zenon Lutofo y Eduardo Kneesse de Mello.
Inicialmente la construcción del auditorio contaba con la intervención de otro reconocido arquitecto: Le Corbusier, quien aportó dos grandes murales. Actualmente el auditorio se caracteriza por sus singulares formas y contrastantes colores. La entrada está marcada por una lengua de fuego (labreda).
Esta labreda se extiende a lo largo del auditorio generando una vistosa combinación de colores que dan paso a la gran sala de auditoría. El diseño, la calidad y los efectos que produce esta increíble obra tienen un mayor valor si consideramos la edad de su brillante creador.
La arquitectura osada y transgresora siempre tendrá éxito. Sobre todo en lo que respecta a llamar la atención en el público, pero si además de eso conlleva una utilidad, puede convertirse en un espacio realmente importante y celebrado. Así es Ibirapuera, donde se puede respirar un ambiente de arquitectura de última generación, pero a la vez un servicio a la comunidad artística e intelectual.