Si es así, bienvenid@ al club. Me da muchísima pereza solo pensar en la idea. Nunca me ha convencido la idea de dormir en el suelo (un saco más esterilla sigue siendo dormir en el suelo a mi entender), de saber que solo una ligera tela más o menos impermeable me resguarda de la intemperie y de los ruidos vecinos, de tener que esperar para usar las duchas y/o los aseos más o menos el mismo tiempo que para subirme al Dragón Khan en Portaventura, vamos… que mi sentido de aventura automáticamente se desconecta cuando escucho la frase: “¿Y si vamos de camping?”
Por incoherente que parezca, hablar de acampada libre ya es otra cosa. Las noches al raso en medio de ninguna parte; el silencio solo roto por los extraordinarios sonidos de la naturaleza; el olor de la vegetación; la brisa fresca al anochecer… descubrir caminos y lugares perdidos… Me están dando ganas de preparar la mochila…! La pena es que quedan pocos lugares en la Península donde se puede practicar tanto la acampada libre como el vivaqueo, que es lo mismo pero sin tienda de campaña. Y es un jaleo, porque cada Comunidad Autónoma tiene su propia reglamentación.
Una opción más confortable, sin perder las ventajas de estar en un camping, es la de alquilar un bungalow. Personalmente, a la hora de escoger alojamiento para viajes y vacaciones, prefiero ir a un hotel o un apartamento. He probado la acampada libre y los bungalows de camping, y aunque disfruté de la experiencia, no los elegiría para más de dos o tres días. Sin embargo, cada año miles de personas por todo el mundo deciden pasar sus vacaciones haciendo camping. ¡Bendita diversidad! Si tu eres una de esas personas, aquí tienes el ranking de los mejores campings españoles en 2014, según la calificación de la ANWB Holandesa y el ADAC alemán:
http://www.abc.es/viajar/alojamientos/20140720/abci-mejores-camping-espana-201407081716.html