Sí, ya sé que Nueva York es para estarse una semana o dos, por lo menos… o para vivir allí un año entero, que es lo que a mi me gustaría hacer, pero uno tiene que conformarse con lo que tiene, y nosotras teníamos un fin de semana y poco mas para ver Nueva York antes de volar a Houston.
Como alternativa al taxi desde el aeropuerto hasta el alojamiento, os recomiendo una empresa que se llama Supershuttle, hicimos la reserva por Internet semanas antes del viaje y funciono fenomenal. Sale más barato que un taxi, sobre todo si vuelas a Newark, que es donde nos dejó el avión.
Como teníamos poco tiempo, decidimos coger el alojamiento en una zona céntrica, desde donde poder ir andando a muchos sitios. Escogimos un apartamento entre la novena y la calle cincuenta y cuatro, que resultó ser pequeño y acogedor. Ah, fue a través de Airbnb, los hoteles eran más caros.
El sábado por la mañana vimos una cuarta parte de Central Park desde un carrito bici y visitamos el Museo Metropolitano, donde nos hicieron un tour guiado muy interesante, y por la tarde caminamos por la Quinta Avenida hasta la altura de Times Square, desde donde mis amigas se fueron a ver un musical y yo el Rockefeller Center.
El domingo por la mañana, bajamos en coche hasta cerca del puente de Brooklyn y visitamos la Zona Cero y el distrito financiero. Comimos en los alrededores de Battery Park y paseamos un rato por la ribera del Hudson. Después nos acercamos a Chinatown, cruzamos a lo largo de Mulberry Street y paseamos por el Soho y Nolita. Acabamos tiradas en el césped de Washington Square Park antes de animarnos a caminar por la Quinta Avenida hasta llegar al apartamento. De camino vimos el Empire State y el edificio Chrysler, que de noche ganan en belleza.
El lunes por la mañana cruzamos a pie el puente de Brooklyn, las vistas son impresionantes. Desde allí tomamos un taxi hasta la Gran Central. Después de recorrerla nos fuimos a la Biblioteca Publica, donde compramos regalos y vimos una Biblia de Guttemberg, la pena fue que la sala de lectura principal que es preciosa, estaba cerrada por reforma. Para terminar el día volvimos a la casilla de salida, Central Park. Recorrimos el lado oeste hasta Strawberry Fields y después bajamos por Columbia hasta la novena, y paramos para cenar en el Cafe Route 66. Unas cervezas de importación en el Walhalla unas calles más abajo pusieron fin a nuestra aventura neoyorkina… de momento.
Guía de viaje | Nueva York