Lo que hoy es conocido como el “barrio latino” de Ámsterdam, ex-barrio popular, es también una de la más animadas encrucijada multiétnicas donde pararse a comer puede revelarse una experiencia muy divertida.
Se llama “De Pijp“, muy amado por los jóvenes, estudiantes, artistas y escritores que recuerdan a los predecesores que transitaron aquí (entre los cuales F.Borewijk, Piet Mondrian, Arthur van Schendel, Frederik van Eeden, Willem Kloos y Herman Gorter), una buena elección si se busca probar de todo menos la cocina tradicional.
El corazón de la zona es el mercado “Albert Cuypmarkt“, donde el crisol de culturas y nacionalidades salta a la cara enseguida si uno camina por las callejuelas de los alrededores, llenas de bazares, ateliers y simpáticos locales donde es decididamente de casa lo exótico: insignias y menús expuestos hablan de comidas indias, kurdas, turcas, camboyanas, chinas y asirias.
En la zona joven, extravagante y artística por excelencia, donde el tiempo para pararse parece tiempo robado a otras cosas, no puede que valer la fórmula del take away. Entre los locales más de tendencia donde la comida se une a otras cosas encontramos el Toko Ramee en Ferdinand Bolstraat 74, fue uno de los primeros en el 1961 a iniciar con el entonces nuevo concepto del “toko“, una tienda de comestibles oriental que preparaba platos take away; especializado en productos japoneses, hoy la cocina cuenta también con ingredientes para preparar platos japoneses y tailandeses.
Pero si echáis de menos la cocina española podéis ir a La tenda, aunque aquí también se encuentran productos italianos y portugueses.
Guía de viaje | Ámsterdam