A propósito de las islas de Cabo Verde

25 enero, 2013
Cabo Verde

Fotografía de Ullisan

El archipiélago de Cabo Verde, situado a 450 km del Senegal, es una etapa obligatoria en el océano: se encuentra en el cruce de los tres continentes que circundan el Atlántico, a media calle entre el trópico del Cáncer y el Ecuador. De origen volcánico, Cabo Verde está formado por diez pequeñas islas, una diferente de la otra por aspecto, relieves y vegetación: atraen sus marcados contrastes entre las seis islas más occidentales, caracterizadas por relieves accidentados, mientras que las otras tres islas presentan largas extensiones arenosas.

Casi parece que las islas se quieran alejar del continente africano, empujadas por los vientos Alisios, para dirigirse hacia las costas de Brasil. Están divididas en dos grupos: las de Sopravento (Sal, Boavista, San Nicolão, Santa Luzia, São Vicente, San Antão) y las de Abrigado que se encuentran más al sur (Maio, Santiago, Fogo y Brava). Sal es la isla más turística de todo el archipiélago, donde surgen las mayores estructuras hoteleras y donde llegan los vuelos internacionales.

El interior es yermo, plano y lunar, pero en cuanto se acerca al mar la isla desvela todas sus maravillas. Al sur se haya la playa de Santa Maria, con ocho kilómetros de arena clara sobre un mar intensamente azul. Es el lugar ideal para los amantes de la tabla de vela y del kitesurf: justo aquí, en efecto, se desarrollan los campeonatos mundiales de estos deportes acuáticos.

Pedra de Lume es particular, una isla cuya principal actividad durante siglos ha sido la extracción de la sal marina. Aquí los edificios industriales aparecen como pequeñas montañas blancas chispeantes bajo el sol, con las tinas de los colores variopintos. Al zambullirse en el agua se flota ligeros, ya que la fuerte concentración salina sustenta el peso del cuerpo. Las características de los habitantes son la cortesía, la espontaneidad y la alegría, mezcladas a la nostalgia, que se expresa en la música atractiva y persuasiva.

El mar azul, limpio y rico pescado, las montañas impresionantes, las largas playas y el sol, que irradian calor durante todo el año, un clima tropical y seco en el que la temperatura media rondan los 25°. Pero también famoso el mar de Cabo Verde por sus abundante marisco: la langosta, varios tipos de cangrejos, moluscos de las bonitas conchas y corales constituyen la alegría de los coleccionistas. Hasta la tortuga, que va hacia la extinción en todo el mundo, elige estas playas para la deposición de los huevos.

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