Hay que desafiar las frías temperaturas. Os dejamos tres propuestas que nos recomiendan desde Turismo de Holanda por si tenéis pensado pasar la Navidad en su país.
El chapuzón de año nuevo. Hay más de 60 municipios de Holanda donde puedes lanzarte al mar o a un lago, aunque el más multitudinario tiene lugar en la playa de Scheveningen, donde más de 10.000 personas se zambullen en el mar. No importa el frío que haga, ya que es una tradición que se remonta a 1960, cuando un club de natación decidió comenzar el año de esta forma, atrayendo tanto la atención de todo el país que hasta una gran marca de sopa decidió patrocinarlo. Desde entonces, la cantidad de participantes y lugares no ha dejado de crecer. Vale la pena acercarse hasta la orilla aunque sólo sea para ver el espectáculo.
El Maratón de Papá Noeles en Amersfoort, una localidad cercana a Utrecht, que celebra este año su tercera edición. La carrera, en la que participan unas mil personas, tiene lugar el 22 de diciembre. La distancia a recorrer es de 5 kilómetros con inicio y final en la céntrica plaza de Onze Lieve Vrouwekerkhof de la localidad. Tras la carrera se ofrece una degustación de Gluhwein (vino caliente) o un chocolate caliente y el evento tiene un fin benéfico.
Patinaje sobre el hielo. Si patinar sobre el hielo es lo tuyo, en Ámsterdam podrás hacerlo hasta en los canales si durante el suficiente tiempo hace el frío necesario. Pequeños kioscos se colocan en el hielo para dispensar licores con los que calentarse. Eso sí, hay que tener cuidado cuando se patina bajo los puentes, donde el hielo es generalmente más delgado. También hay numerosas pistas de hielo que se preparan especialmente durante Navidad en la ciudad. La entrada es gratuita en todas ellas si llevas tus propios patines, aunque también se pueden alquilar por 5 euros. Sólo es de pago la pista de 400 metros cuadrados de Jaap Edenbaan, abierta de octubre a marzo.
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