Una alternativa al desayuno en el Sena, en París, es catar el vino biológico en una péniche, la típica embarcación parisina habitable, esta vez convertida en una bodega flotante.
El nombre de esta péniche es Caroline y en ella es posible catar el vino biológico de producción francesa (sobre todo de Borgoña), mientras se pasea por las aguas del Sena, gozando de maravillosas vistas de la ciudad.
Una experiencia muy romántica, idea de Elio y Martin, dos marineros y productores de vino que cada dos semanas ofrecen degustaciones navegantes entre Seine et Marne y París, en el Canal de S.Martin. En la cubierta de 15 metros han encontrado sitio muchos barriles y dos bicicletas. Debajo de la cubierta hay botellas preciosas que se venden a lo largo del Quai de la Seine.
Si deseáis comprar vino en la bodega, o disfrutar de un buen blanco mientras descansáis durante la exploración de la ciudad, aquí encontráis el calendario con los lugares y horarios donde Caroline hace sus paradas: lacavevagabonde.com.
Desde luego que es muy bonita como idea, para los que aman los placeres del vino y los colores y luces de una ciudad tan hermosa como es París. Genial también en verano, aprovechando la Paris Plages, la playa artificial a lo largo del Sena.
¿Qué os parece el plan de beber con Caroline?
Guía de viaje | París