Fotografía de Ashwin Kumar
Las Cataratas del Niágara se sitúan sobre el río Niágara, en la zona oriental de América del Norte, a unos 236 metros sobre el nivel del mar y tienen una caída de unos 52 metros. En concreto se trata de tres cataratas: las «cataratas canadienses» (Ontario), las «cataratas americanas» (Nueva York), y las «cataratas Velo de Novia» más pequeñas.
No hay que dar muchas explicaciones sobre dichas cataratas, ya que todo el mundo las conoce y muchos son los turistas que las visitan a diario. Aunque para verlas está mejor hacerlo por la noche, pues las luces artificiales las iluminan y les proporcionan un aspecto muy mágico y romántico. Ya podéis gozar con la maravilla de las vistas, especialmente las que se ven desde las plataformas del Parque Reina Sofia, en el lado canadiense.
Y hay hasta quien se atreve a atravesarlas. El primero en absoluto fue Sam Patch, en octubre de 1829, que saltó desde las cataratas canadienses. Mientras que el primero en atravesarlas fue Annie Taylor, en 1901, con sus 63 años de edad, que decidió convertirse en una bala humana.
Pues desde entonces muchos han intentado atravesar estas dichosas cataratas y algunos hasta se han ahogado intentándolo. El último en cruzarlas ha sido el acróbata estadounidense, Nikolas Wallenda (que cuenta con 6 récord Guinness), el 15 de junio de 2012 y lo hizo caminando sobre la cuerda floja. Un sueño que cultivaba desde niño y que por fin se hizo realidad tardando 25 minutos en cruzar las Cataratas. Así que es la primera persona que ha realizado esta hazaña (otro récord). Todo esto sucedió bajo la mirada de miles de personas.
¿Y vosotros os atrevéis a cruzarlas? ¿A qué no?