Regresa el verano y con la apertura de las playas y clubs con piscina sobre el mar de Beirut, regresa también la polémica sobre la discriminación a la que, según organizaciones de derechos humanos, están sujetos los trabajadores inmigrantes, cuyo acceso está prohibido en varias de estas estructuras.
El Ministerio de Turismo, segun escribe el periódico Daily Star, ha enviado una circular a todos los propietarios de balnearios advirtiéndoles de que “ninguna discriminación por motivos de raza, nacionalidad o necesidad especial” será tolerada; la última descripción se refiere a personas con discapacidad.
Un portavoz del ministerio dijo al periódico que las inspecciones periódicas se llevarán a cabo y que los infractores serán multados e incluso obligados a cerrar sus instalaciones.
La cuestión del acceso a las instalaciones se encuentra en el centro de la polémica desde cuando, en 2010, el Movimiento libanés contra el racismo colgó en Internet un vídeo de una mujer de color a la que no se le permitió acceder al Sporting Club, una de las estructuras balnearias más antiguas a lo largo del paseo marítimo la Corniche.
Hace unos días apareció otro vídeo. El responsable de relaciones públicas del Sporting, Walid Abu Nasser, ha rechazado las acusaciones de discriminación racial, declarando que el establecimiento, siendo una institución privada, tiene derecho a seleccionar a las personas que ingresan, “como sucede en los clubes nocturnos”. Bajo esta política, dijo Abu Nasser, no se dejan entrar a las domésticas y guardaespaldas de los clientes, ni tampoco a las familias con demasiados niños o a los hombres solos.
Pero justo la comparación con un club nocturno fue criticada por los activistas. “Los clubes nocturnos discriminan y esto es intolerable“, dijo Nadim Houry, director pare el Líbano de Human Rights Watch. “Aquí – añade Houry – el problema es que no debe haber ningún tipo de discriminación socio-económica, género, raza o nacionalidad“.
Vía | dailystar.com.lb
Guía de viaje | Beirut