Un mejillón andaluz, mordaz y sarcástico. Mosselete se considera a si mismo un dandy de la gastronomía y el capo de la barra del bar donde vive. Cuando solamente era una larva, su familia emigró desde un vivero de Ostende (Flandes) enganchada a la quilla de un pesquero malagueño.
Tras crecer en los espolones de las costas andaluzas, Mosselete se ha integrado en el ambiente de un bar de tapas de la geografía española. Sin embargo, su carácter doblemente flamenco añora Flandes.
Con esta creativa campaña Turismo de Flandes quiere compartir una de las delicias de su gastronomía: los mejillones. Naturales, al vino, a la crema y acompañados de una buena cerveza son un placer para el paladar.
Ángeles Misol, directora de comunicación de la Oficina de Turismo de Flandes en España, compartió un secreto en la entrevista realizada por Expreso, El diario de viajes y turismo: “En España, por ejemplo, estamos acostumbrados a pedir una ración para picar, pero en Flandes una ración es un kilo de mejillones por persona; se utilizan dos cáscaras vacías a modo de pinzas para comerlos y finalmente una sola cáscara como cuchara para tomar la salsa.”
Ya sabéis, los amantes de la buena gastronomía descubrirán en Flandes un paraíso. Podéis haceros una escapada de fin de semana, tenemos vuelos Madrid-Bruselas desde 66,98 euros.
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