Fotografía: visitandoelmundo
Egipto es un país enorme con una gran variedad geográfica que se refleja claramente en el clima. Mientras que en Alejandría el clima es frío y húmedo, en Asúan el calor es deslumbrante y radiante. Aquí algunas consideraciones antes de viajar al país de las pirámides y los desiertos:
La mejor época para viajar a Egipto es de febrero a abril, y de octubre a noviembre. Durante estos meses el calor nos recuerda porque Egipto es considera la “Tierra del Sol”. Por estas fechas el cielo y el mar se muestran en todo su esplendor para disfrutar de unas cálidas y confortables vacaciones. También es posible visitar las pirámides de Egipto o el Valle de los Reyes.
Por estas temporadas suele acudir un gran número de turistas (por lo que debe estar preparado para las extensas colas). Si lo que busca es una experiencia más íntima y con menos gente, entonces los meses de mayo a setiembre son los más oportunos.
Durante los veranos calurosos y secos (entre junio y agosto), siempre hay el riesgo de deshidratarse o agotarse por lo que se recomienda llevar bebidas rehidratantes y tomar las precauciones necesarias. La época de invierno, en cambio (de noviembre a enero) es generalmente leve y nublado en ocasiones, dejando el desierto y sus monumentos antiguos a una vista poco atractiva.
Para los veranos se aconseja llevar ropa suelta de algodón ligero. En el invierno lo más indicado es llevar una prenda de abrigo y algo de ropa suelta (las noches suelen ser frescas).