Un domingo de madrileños

11 octubre, 2011

Una Madrid humilde y plebeya se pone en muestra junto con los turistas cada domingo por la mañana en el Mercado del Rastro, el tradicional mercadillo, punto de partida para un paseo por los pintorescos barrios de Lavapiés y Embajadores.

Quizás ya no se encuentren los chulos, manolos y manolas, es decir, los personajes tipo de Madrid, la gente común y los plebeyos de las zarzuelas, pero seguro que encontrarán algo que no sea la habitual Madrid que todos podemos leer en las guías de turismo. Y si tienen un fin de semana libre, el domingo podrán visitar el Rastro, un lugar donde si no se encuentra algo es porque no existe.

Las grandes avenidas arboladas, con toda esa gente, nos recuerdan algo de las Ramblas de Barcelona, pero no se lo digan a nadie. Aunque Madrid es un mundo aparte y en los barrios más humildes como estos, las tendencias más turísticas no sucumben nunca del todo a un sano y obstinado tejido popular.

En las paradas más golosas, entre los varios locales de tapas y pequeños restaurantes que se encuentran por las calles del Rastro, seguramente encontrarán algo que les agrade. De todos modos señalamos el Asador Frontón en la Plaza Tirso de Molina 7, donde con poco más de 20 euros podrán degustar una buena cocina en tonos locales que van desde la carne a la parrilla a lo mejor de la gastronomía, como los embutidos, los chuletones de buey y el piquillo (un pimiento picante o dulce producido en Lodosa).

Guía de viaje | Madrid