En el corazón de Tailandia se encuentran millones de visitantes y turistas que suelen ser atraídos por todas las bondades que puede ofrecernos un lugar tan maravilloso como éste. Sus playas vírgenes de aguas turquesas, los centros comerciales, restaurantes, mercados pintorescos y toda la cultura en general es una bella puesta en escena de la que jamás nos arrepentiremos.
Tailandia es una verdadera mezcla de diferentes lugares y destinos a los que podemos acudir inmediatamente. Así por ejemplo, tenemos el Phuket o Hua Hin, dos maravillosas islas que nos esperan con un sinnúmero de palmeras, deliciosas bebidas y el ambiente más refrescante de todo el país.
Tailandia apela constantemente a los escenarios ricos en variedad, desde lujosos hoteles con zonas privadas, hasta una modesta casa para pasar nuestra estancia con toda la calidez de los habitantes locales, comer los mejores platos típicos de la región, visitar una casa de árbol o incluso vestir los atuendos más singulares de las tribus de las montañas.
No podemos dejar de mencionar la gran cantidad de spas disponibles para el tratamiento especial del cuerpo, ya sea en un hotel cinco estrellas o en una acogedora choza cerca a la playa. Las posibilidades son muchas en Tailandia para todos los gustos y los presupuestos.
Por último, no podemos dejar de mencionar una de las actividades más comunes por la mañana en Tailandia. Se trata del paseo de los monjes que se dedican a recoger limosna y mantener sus templos o santuarios en buen estado. Precisamente el budismo es una de las religiones más practicadas y acogidas por el pueblo local.