Etiopía quiere construir una grande central hidroeléctrica africana en el Nilo Azul para convertirse en un exportador de energía eléctrica.
El proyecto “La Grande presa del milenio” es muy discutido y cuestaría varios millones, pero sería capaz de producir más de 5mil megawatt para sí mismos y para los vecinos, comprendido el Sudán del Sur.
La presa debería ser colocada en la región Benishangul-Gumaz, en el Nilo Azul, un río que ve su origen en el Lago Tana, en Etiopía; uno de los mayores tributarios del Nilo, el río más largo del mundo. Su completamento está previsto para 2015 y será la más grande central hidroeléctrica de África, además se creará el lago artificial más grande de Etiopía (el doble del Lago Tana) y otras cuatro presas en el mismo río, para soporte.
Efectivamente Etiopía es llamada la “torre hídrica de África“, pero los ambientalistas del International Rivers y otros críticos muestran sus preocupaciones:
- hay ya más de 20 presas activas en el país,
- no se ha publicado todavía ninguna evaluación de impacto ambiental de la obra,
- antecedentes construcciones de este tipo se mostraron llenas de errores,
- muchas presas fueron construidas en lugares confiscados por el gobierno, alejando las tribus y concediendo sus territorios a los extranjeros,
- el programa de irrigación agrícola beneficia las empresas y el gobierno, pero daña a la población indígena que se ve obligada a alejarse de estas tierras fértiles y como no saben donde ir los conflictos armados aumentan,
- según un estudio del Africa Resource Working Group (ARWG) del 2009, la presa GIBE III podría reducir el nivel del lago Turkana de veinte metros, dañando la vida de medio millón de personas entre etíopes y kenianos y poniendo en riesco la fauna de la región, además que aumentando la salinidad del lago que ya ahora es casi no potable,
- posibles cambios climáticos podrían modificar los ciclos hidrológicos de África Oriental y entonces las presas sería inutilizables,
- según un análisis del team de Funk, el nivel de las precipitaciones en Etiopía meridional podría bajar del 20% durante los próximos decenios, por causa de los cambios climáticos, y entonces la producción de energía de la presa y de otras que están colocadas en el río Omo estaría en riesgo.