El mapa de los sueños

9 agosto, 2011

Narración de Juan Valdes.

Trabajo como cartógrafo en la National Geographic Society desde más de 30 años. En todos estos años he trabajado de una manera o de otra sobre la mayor parte (no sobre la totalidad) de los atlas, mapamundis, mapas con las coordenadas y otros productos cartográficos que hemos publicado.

Aunque la tecnología ha cambiado para siempre el modo de hacer los mapas, el elemento humano queda fundamental. Sin tener una idea, aunque mínima, de la “situación del terreno”, sería difícil para cualquier cartógrafo crear un mapa que tenga un alma, un mapa capaz no sólo de ilustrar sino también de guiar el lector a través de todos los sitios únicos de una determinada área geográfica.

Cada mañana, cuando entro en nuestra Oficina de Mapas, leo la placa en la entrada: “Un mapa es el mejor de todos los poemas èpicos: con sus líneas y sus colores muetras la realización de grandes sueños”. El primer director del magacín, Gilbert H. Grosvenor, escribió estas dos fras hace más de un siglo. Me han inspirado durante todos estos años, pero desde hace poco han adquirido un significado especial.

Para mí, como para los muchos cubanos emigrados, no hay nada de más simbólico que un mapa de nuestro País. Entonces cuando he sabido que hubiera supervisionado el nuevo mapa de Cuba de la National Geographic Society – el primero del octubre de 1906! – he reaccionado con orgullo y emoción. He trabajado duro desde septiembre de 2010 a mayo de este año para producir el mapa  más minucioso y actualizado de la isla. Cada semana, y hasta cada día, controlaba las informaciones que venían añadidas – y al mismo tiempo hacía un viaje en mi pasado; a veces me encontraba con la mente en los lugares que más amaba.

El día que debía enviar el file en la tipografía, he ido a la redacción por la mañana para echar un vistazo final al mapa. He buscado y encontrado todos los lugares de mi corazón cubano. He mandado el file con satisfacción: yo y los chicos habíamos sido capaces no sólo de dar un alma a este mapa, sino también de escribir un verdadero y propio “poema”.