Grande, atrevido y colorido: la exposición de Miró es un boleto caliente en Londres en estos momentos y los miles de visitantes que vienen acudiendo han experimentado un viaje impresionante por toda la arquitectura Tate Modern.
Algunas personas visitan el Tate Modern única y exclusivamente para mirar alrededor de su enorme sala de turbinas de techo alto y relajarse en los cómodos sillones. Sin embargo, el recorrido de miles de turistas se desviado hasta la imperdible exposición del famoso artista español catalán Joan Miró y algunas de sus mejores pinturas.
La exposición que Tate Modern ha publicado en sus 13 salas, están dedicados a los 50 años del reconocido pintor y cada una de las etapas de su carrera artística. Así por ejemplo, iniciamos nuestro recorrido con dibujos como Mont-roig, la Iglesia y El Valle (1912). Posteriormente nos toparemos con un paso por las obras de garabatos abreviado, estrellas, escalera de escape, y diferentes expresiones que desmienten la influencia del surrealismo en el artista.
En tanto, vale la pena hacer una mención especial a una de las salas que exponen la colección Barcelona del pintor catalán. Se trata de una serie en blanco y negro de las impresiones políticas tomadas en 1939-1940, con España bajo el mando del General Franco y Europa al borde de la Segunda Guerra Mundial.
Por último, también tenemos una parte destinada a las obras posteriores, que muestran esculturas producidas durante la década de 1960 y hacia el final de su carrera (donde estuvo influenciado por el expresionismo abstracto americano).
La temporada de exposición de las pinturas de Joan Miró se encuentra disponible hasta septiembre del presente año.