Después del memorable mundial de fútbol acontecido a mediados del año pasado, Sudáfrica ha dejado de ser visto como el patito feo y comenzar así su despegue turístico por todo lo alto.
Sudáfrica está hecha de paisajes inolvidables, desde las suaves montañas y los soleados desiertos hasta sus costas bañadas por el dramático océano Atlántico e Índico. Y a pesar de los viajes de safari (que es uno de los principales atractivos del vasto país) tiene una gran cantidad de actividades interesantes para mantener a los buscadores de aventuras entretenidos.
En tanto, al noreste de Sudáfrica se encuentra el Parque Nacional Kruger, donde el arbusto espinoso alberga los “Cinco Grandes” (león, elefante, búfalo, leopardo y rinoceronte), así como muchos otros animales y aves. No hay desierto más rico en juego para explorar más al oeste, en las provincias de Limpopo y el noroeste.
Asimismo, es tiempo de la migración de ballenas que hacen su camino por toda la costa. El mejor lugar para ir a verlos es Hermanus, que acoge un festival de ballenas cada año durante la última semana de septiembre.
Por su parte, los golfistas pueden jugar una partida en cualquiera de los cientos de campos por toda Sudáfrica. Muchos se encuentran en lugares pintorescos y varios han sido diseñados por uno de los mejores golfistas de todos los tiempos, el sudafricano Gary Player.
Finalmente, hermosas regiones del Sur de África desierto son excelentes para los excursionistas. Así por ejemplo, destacan los muchos senderos de montaña de Drakensberg con arroyos de montaña refrescante, antiguos árboles amarillos de madera y el rastro de la nutria.