Ahora que va siendo tiempo de playas, ¿qué tal si hablamos del trecho más selvaje de costa del Mediterráneo? Este trecho está compuesto por el Golfo de Orosei, en Cerdeña (Italia), en cuya parte superior encontramos el Gennargentu (el conjunto de montañas más vasto de Cerdeña).
Son varios los pueblos que se asoman sobre el Golfo de Orosei: Irgoli, Onifai, Galtelli, Orosei, Dorgali e Cala Gonone, Oliena, Baunei. Cada uno único en su género y óptimo lugar de vacaciones veraniegas, sobre todo para quien ama la playa, por cierto, todas merecedoras de un buen chapuzón, algunas pequeñas con arena muy fina, otras con pinares; famosas son las playas de Bidderosa (dentro de un parque forestal), Sa Curcurica, Cala Liberotto, Cala Ginepro, Sas Linnas Siccas y cala di Fuile ‘e Mare (donde terminan los fondos de mar de granito rosa).
Entre las cosas por ver sus muchas iglesias, los murales de Irgoli, el Cristo en el monte Tuttavista de Galtelli (cuyo panorama también merece una visita), el casco histórico de Orosei, algunas grutas (en Dorgali, Baunei y Oliena) y algunos dolmen en Dorgali.
Muchos los itinerarios que pueden emprender, a pie, en coche o con el bote de goma; así como la posibilidad de bucear, quizás para ver los restos del barco carguero armado alemán KT12. Y no falten por probar la cocina local, los productos típicos y los vinos producidos en el Golfo de Orosei.
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