En el precedente artículo estuvimos hablando sobre la Movida Madrileña, sobre su historia, como nació y lo que comportó a nivel cultural. Una historia que no debemos olvidar ya que convirtió Madrid en lo que es hoy; una ciudad particularmente conocida por su vida nocturna y por sus discotecas, que florecieron por todas partes tras la muerte de Francisco Franco.
Y de hecho no es raro ver a los madrileños bailar toda la noche, tomar el desayuno con chocolate y churros, regresar a casa, hacerse una ducha e ir al trabajo.
Las zonas más vitales de la ciudad nocturna son las zonas centrales, como la Puerta del Sol, la plaza Santa Ana y la Calle del Arenal que aloja numerosas discotecas, entre las cuales Joy Eslava y el Palacio de Gaviria. Aunque el templo de la diversión por excelencia es la discoteca Kapital, que cuenta con bien siete pisos y que se encuentra cerca de la estación de Atocha; otra discoteca digna de mención es Pachá, en la calle de Barceló.
Otras zonas de interés son el barrio Malasaña, con jóvenes alternativos, y el multiétnico barrio Lavapiés. Y no olvidemos el barrio Chueca, un barrio a la moda, lleno de locales, restaurantes y discotecas gay.
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