Fotografía: Wikipedia
Las islas suelen ser el lugar escogido por muchos turistas a la hora de desprenderse de los lugares donde desenvuelven su vida cotidiana. Es que las mismas provocan sensaciones únicas donde no sólo se entra en contacto con la naturaleza, sino también con sí mismo. A propósito, el medio Frommers llevó a cabo un libro, titulado 500 Extraordinary Islands, donde destaca algunas de las mejores islas del mundo.
Una que rápidamente sobresale es la Isla Singing de Usedom, ubicada en la costa alemana (principalmente) y polaca. Allí, la zona más visitada se establece en la denominada “Bañera de Berlín”.
Una opción sólo accesible para unos pocos, debido a sus altos precios, lo constituye la Bora Bora, en la Polinesa francesa. Siguiendo el estilo, también toma lugar la isla del Príncipe Eduardo, en Canadá, la cual parece salida de un cuento. Se encuentra cubierta por numerosos árboles y cultivos y posee, además, una casa típica del siglo XIX en lo que se constituye como su toque de distinción.
Un país acostumbrado a buenas islas es, sin dudas, Colombia. Entre todas sus posibilidades se destaca Gorgona, una isla que funciona como tal desde 1985 ya que antes desempeñaba su función de cárcel. De hecho, todavía conserva ciertos edificios de esa época, en lo que le resulta un llamativo toque de atracción para los amantes de la historia. Suerte similar corre la isla de Lamu, situada en la costa Este de Kenia, la cual en tiempos pasados supo cumplir el rol de puerto.
La última recomendación recae en la Isla Grande de Tierra del Fuego, en Argentina y Chile. La misma se constituye como la mayor masa de tierra en el archipiélago y se sitúa muy cerca de la punta más austral del continente: el Cabo de Hornos.