Gouda es una las ciudades holandesas que mantienen el esplendor del siglo XVII en sus calles y monumentos. Junto a Alkmaar y Edam, conforma el ‘triunvirato’ de las capitales holandesas del queso. Son tradicionales sus mercados queseros que se remontan a siglos pasados, pero también sus edificios, labrados con el paso del tiempo.
Gouda, de las tres, es la que se ubica geográficamente más al sur, a medio camino entre Utrecht y Rotterdam, y peculiarmente situada entre los ríos Gouwe y Ijssel. Junto con la archifamosa producción de queso ‘Gouda’, la ciudad también tiene una posición destacada en la producción textil y en sus conocidas ‘pipas’, en forma de tubos largos.
Sin embargo, es curioso pensar que precisamente Gouda no es la que produce los mejores quesos, éstos se encuentran más en la zona septentrional, aún así merece la pena degustar la exquisitez de este ‘delicatessen’, para los que lo tengan entre sus preferencias. Otro dato a tener en cuenta: la marca ‘Gouda’ no está registrada, por lo que se puede elaborar y comercializar en cualquier parte del país.
Pero veamos ahora sus principales monumentos: El Ayuntamiento se encuentra situado en el centro de la Plaza Markt (Plaza del Mercado, y la más grande de Holanda), construído en 1448 y de estilo gótico flamígero. Es, sin duda, el edificio más representativo de la ciudad, junto con el ‘Waag’, situado detrás del Ayuntamiento. Es el edificio de la ‘Balanza Pública’, y es ahí donde todavía, aún se realiza el pesaje de los quesos, como antaño.
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