Fotografía: Symo0
El arquitecto Ricardo Bofill, ideó y construyó este imponente hotel, con vistas a la playa de la Barceloneta, en la Ciudad Condal, y lo hizo a sabiendas de que iba a convertirse en uno de los más vanguardistas de España.
Su lema es ‘when ever what ever’, de ahí el nombre del hotel ‘W’, algo así como satisfacer los deseos del cliente por encima de todo. Para ello, el hotel no escatima en comodidad, lujo y sofisticación, y precisamente eso es lo que consigue. Desde los espectaculares ventanales de las habitaciones, el cliente disfruta de un cuadro en continuo cambio, gracias a los efectos de la luz solar. Puede así contemplar el mar y el cielo, en sus múltiples formas y estados, y otros monumentos próximos como la torre Agbar o los dos rascacielos gemelos de la Barceloneta.
Y acorde a su privilegiada ubicación, su funcional diseño, que asemeja a la proa de un barco a toda vela, rumbo al Mediterráneo. Lo más curioso es que la decoración de cada habitación es exclusiva y, uno puede adquirir desde las lámparas de diseño, cojines o el juego de sábanas. También son famosos su tratamientos faciales y corporales que ofrece su Bliss Spa.
Con vistas espectaculares, el Bar Eclipse, en el piso 26, es un lugar idóneo para contemplar la puesta del sol…
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