El 20 de enero de este 2011, Pleno aprueba nueva Ley de Turismo, que lo sitúa como un sector estratégico. Esta Ley de Desarrollo y Modernización del Turismo de Extremadura, revela a la ley de 1997 y acata al turismo como una sección estratégica de la economía, en cuanto al agroturismo.
Esta ley que ha arrasado por unanimidad, apuesta por un turismo apoyado en el vínculo de la naturaleza y patrimonio, y que posea como gesto de personalidad a la calidad de los servicios, desafiando el lance de la accesibilidad. El Observatorio del Turismo es una creación, que desafía a acrecentar la accesibilidad a los asentamientos turísticos, e incluye las figuras de sucesos con evocación turística y de municipios particulares.
La ley impone una orden de derechos y obligaciones, tales como la consideración por los valores ecológicos; impide el beneficio de servicios turísticos de naturaleza sexual y apuesta por determinadas medidas que aumenten el registro de estancia media en la zona.
María Josefa Valadés, partidaria del Grupo Popular, ha indicado que esta norma es “ambigua”, “tardía” y sin colaboración de la comunidad y ha esclarecido que el PP, busca ofrecer un régimen unitario a todas las demandas turísticas para su extensión.
Las propuestas del PP que han incluido en la ley son: preservar el ejercicio de las empresas turísticas y su protección frente al intrusismo; integrar el dinamismo privado y social al diseño y seguimiento de la política turística de la zona; interponer periodos a los planes de excelencia y que los guías turísticos y sus ocupaciones estén “convenientemente tratados”, así como el comprender el nivel de estos puntos propuestas por las enmiendas de los populares.
Alfredo Escribrano, partidario del Grupo Socialista, ha remarcado que la ley aprobada se encuentra resguardada por el Pacto Social y Político de Extremadura y que tiene como objetivo transfigurar el turismo en una sección competitiva.
Escribano entiende que es un estatuto primordial para “el desarrollo económico de Extremadura y para equilibrar y fijar la población”, que se acostumbra a un nuevo estado y que se la juega por la modernización y distinción.