En las cercanías del Santuario de Covadonga, en Asturias, nos topamos con tres lagos glaciares: el Enol,el de La Ercina y El Bricial. Es una magnífica oportunidad para contemplar los hermosos Picos de Europa, y hacer alguna que otra parada y fonda.
A 1.100 metros de altitud y 24 de profundidad, el Enol, es el primero de los lagos existentes en el camino que, por lo general, se realiza en autobuses lanzadera que se dirigen hasta el enclave, en pleno parque natural de los Picos de Europa. Una vez allí, el espectáculo es inigualable. Carreteras empinadísimas, que desembocan en un paisaje casi de película.
Y es que, la fuerza visual de estos parajes, donde las vacas campan a sus anchas, no suele ser habitual. Los dos lagos, el de la Ercina, es mucho más pequeño, ofrecen al visitante, maravillas que solamente pueden descifrarse si lo visita.
Andando por estos lugares, el tiempo parece detenerse y más si se decide a contemplar los Picos de Europa desde el Mirador de la Reina y municipios como Cangas de Onís. También tiene la posibilidad de disfrutar de rutas programadas y aliviar al estómago con algún que otro establecimiento donde dan bocadillos y bebidas.
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