Fotografía: ReadyForTomorrow
Parece mentira pero hace nada menos que 17 años que Santa Sofía permanecía rodeada por andamios. La longeva obra aún no ha terminado pero la nueva mezquita ya luce prácticamente reformada.
El aspecto del edificio, más que basílica- mezquita, es un museo en el que se agolpan valiosos mosaicos y una enorme cúpula, ha cambiado para mejor, sin lugar a dudas. La reforma de Santa Sofía, la joya del arte bizantino, declarada Patrimonio Universal de la Humanidad, ha ocupado a cientos de personas durante estos 17 años.
Fotografía: www.micamara.es
Se trataba, no sólo de limpiar más de 600 metros cuadrados de mosaicos y el impresionante domo de 31 metros, sino también de reforzar los techos del exterior y sanear la fachada. Ha sido una ingente obra, que ahora, vuelve a lucir con todo su esplendor.
Para el próximo año, se podrá visitar el Baptisterio, y una Pila bautismal del siglo VI, donde bautizaban a los cristianos. Y la obra, aún inconclusa, guarda nuevos ‘tesoros’: la biblioteca del Sultán Mahmud I y la recuperación de la techumbre de la galería superior del edificio.
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