Fotografía: Wikipedia
Si hablamos de destinos exóticos, no podemos dejar de mencionar a China como uno de los países de visita obligada para todos aquellos turistas que desean conocer parte de una cultura completamente diferente a la que estamos acostumbrados a tratar en Occidente.
Dentro de dicho país nos encontramos con una de las ciudades más bellas del mundo: Pekín. La capital china es una mezcla perfecta entre lo antiguo y lo moderno. Si bien la urbe mantiene en pie muchísimos monumentos históricos, se destaca por ser una de las más avanzadas en cuanto a tecnología. No se pierdan la oportunidad de conocerla porque no se arrepentirán.
En la sección antigua de Pekín nos encontramos con algunos de los edificios más impactantes. No quedan dudas de que la Ciudad Prohibida se lleva todas las miradas, pero tampoco hay que olvidarse del Templo del Cielo o de la Gran Muralla, que es el símbolo máximo de este país asiático.
Por otra parte, no hay que dejar pasar la oportunidad de recorrer las calles de la metrópolis moderna. Allí se encontrarán con aceras repletas de jóvenes, y con muchísimos rascacielos iluminados que le dan a la ciudad una estética muy especial. Los negocios de gadgets y electrónica de consumo son los que más llaman la atención, y tal vez puedan regalarse algo a sí mismos si el presupuesto lo permite.
Otro de los lugares impactantes de la ciudad es el Nido de Pájaros, nombre con el que fue bautizado el estadio que fue sede de los Juegos Olímpicos de 2008. Su estructura exterior es digna de una postal, y en su interior verán instalaciones increíbles. Un lugar sencillamente fantástico.