Sigamos con la lista top de los viajes más lujosos y atractivos del mundo.
Se podría traducir como el ‘Palacio sobre ruedas’, todo un compendio de lujo y sofisticación en un país castigado por la pobreza como es India. Si bien, el tren se ha convertido en un medio de transporte muy utilizado por muchos usuarios, siendo habitual los vagones cargados por una cantidad ingente de personas, éste es la excepción. Un verdadero refugio de glamour de épocas pasadas, con una decoración fastuosa, y que cruza, entre otros paisajes arrebatadores, una parte del desierto de la región de Rajasthan.
2-Ferrocarril Hedjaz (Siria y Jordania)
Parte de la ruta histórica entre Damasco (Siria) y Amman (Jordania) se realiza en este famoso tren que ya operaba a primeros del siglo XX. El legendario ferrocarril tuvo un papel predominante en Oriente Medio y cuenta en su haber con ilustres pasajeros. Se cuenta que el escritor y explorador Lawrence de Arabia, atentó en alguna ocasión contra este tren que sabía fundamental para el transporte de suministros a los turcos.
De Mombasa, ciudad costera, de las más bellas del continente africano, hasta la capital keniata, Nairobi, recorre el ‘Jambo Kenya’. Lujo y comodidad 100% disfrutando de paisajes sorprendentes, recorriendo llanuras y serpenteando lugares exóticos. Inolvidable.
4-Settle Carlisle Railway. (Reino Unido)
Cruzar prácticamente Inglaterra y llegar como destino a Carlisle, en la frontera escocesa, es de otra de las posibilidades para experimentar si se decide a utilizar el tren en sus desplazamientos por la campiña inglesa. Colinas, acantilados y arroyos, en lugares tan míticos como Yorkshire, Cumbria Falls da cuenta este maravilloso viaje que cruza igualmente el impresionante Viaducto de Ribblehead.
Seguramente el más famoso, junto con el Orient Express, del transporte por tren de todo el mundo. Una experiencia única para conocer Rusia de lado a lado, pero también para aventurarse con otras rutas como la que lleva hasta Pekin, pasando por territorio mongol. El legendario viaje, de 6.000 kilómetros, dura una semana y le permite realizar paradas a lo largo del trayecto para conocer más de cerca otras gentes y otras costumbres.