A un lado el Pirineo catalán, en el lado opuesto el pirineo andorrano. Los consumidores nos frotamos las manos deseando sangre y precios baratos, muy baratos, porque no está el horno para bollos, amigos míos. Veamos qué se cuece entre bambalinas.
Cañones de nieve artificial, kilómetros eternos de pista, alojamiento en hoteles exquisitos, ofertas 2×1, telesillas, etc… Estas son algunas de las “armas” que cada contrincante tendrá para batir al oponente.
Hace una semana los centros de ski de Masella y La Molina en España y Grandvalira en Andorra abrieron la temporada gracias a las intensas nevadas. Fue el inicio de esta peculiar guerra de precios, ya que Grandavalira ofrece por tan solo 15 € esquiar en sus pistas de 4,5 km de extensión.
Por el otro lado, en Masella las pistas se extienden hasta 6 kilométros por 23 €, y La Molina cobra 9 € de nada por retozar en sus 600 metros de circuito.
En estas “semanas blancas” se ha de ver el trabajo realizado previamente por los responsables de Turismo de ambos sectores. Se ha contactado con dos mercados muy interesantes: el inglés y el ruso, invirtiéndose unos cinco milloncejos de euros.
Además, hay que añadir la construcción del nuevo aeropuerto de Lleida-Alguaire, una vía más para la llegada masiva de turistas locos por la nieve. Se estima que con destino a Andorra pasen por el aeropuerto unas 2.000 personas.
Foto | Viajar24h.com
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