La imagen del Sahara como el reino de la arena se va a acabar. Debido al aumento imparable de la población egipcia, el Gobierno decidió en 1997 que tanta arena debía de servir para algo, así que se les ocurrió crear un pequeño “valle” en el Sahara donde la agricultura y la industria pudieran desarrollarse.
¿Y el agua de dónde sale, la llevarán en garrafones? Te preguntarás. El caso es que han construido un inmenso canal de 310 km (finalizado en 2001) que beberá del lago Nasser y atravesará el desierto. Lo han bautizado como el Canal de Toshka, ya que el proyecto en su totalidad recibe el nombre de Proyecto de Toska.
Para evitar la gracia de que el agua se evapore en el viaje, han revestido al canal con cemento, arena, hormigón y polímero. Además de una manita de pintura, por supuesto.
El agua es impulsada por una estación que bombea 25 millones de metros cúbicos y cuyo coste ascendió a 1300 millones de euros.
Cuando el Proyecto de Toshka finalice en 2020, se generarán más de tres millones de puestos de trabajo y aumentará en un 10% la tierra de labor de Egipto.
Se espera que 16 millones de egipcios se muden a las nuevas ciudades construidas. Seguro que piensas lo mismo que yo: se preveé una gran especulación urbanística.
Fuente | Visión Beta
Fotografía | Eosnap
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