Los mejores lugares para contemplar ballenas

31 octubre, 2010

Fotografía: Wikipedia

Existen numerosos lugares en el mundo que ofrecen la posibilidad de vivir una experiencia maravillosa y única en la vida: contemplar de cerca a las ballenas. Cuando decimos “de cerca”, nos referimos precisamente a eso: las personas están tan próximas de estos animales que prácticamente podrían tocarlas. Si te encanta la naturaleza, te fascinan las ballenas y tienes ganas de realizar un viaje de placer, no dejes de tener en cuenta los destinos que ofreceremos a continuación:

  • New England: Estados Unidos es uno de los países en donde se puede apreciar mejor el espectáculo que brindan estos mamíferos. Esto se da entre los meses de abril y octubre generalmente. Es posible formar parte de los tours organizados, que llevan en bote a las personas para que puedan conocer a las ballenas de cerca, sin dejar de mencionar que se incluye el alojamiento y el transporte con ellos.
  • Nueva Zelanda: En junio y julio es posible llevar a cabo un tour de 20 días en Nueva Zelanda, mediante el cual se pueden conocer algunos de los mejores sitios para observar ballenas.
  • Escocia: Este país alberga numerosas playas, de las cuales algunas son ideales para aquellas personas que deseen ver ballenas en su ambiente natural. Es posible tomar un crucero de 5 días, en el cual se ofrece la posibilidad de visitar el hábitat de estos mamíferos. En estos tours se realizan, además, caminatas y otras actividades distintas.

Fotografía: Wikipedia

  • Islas Azores: En estas islas y en sus alrededores es posible encontrar hasta 24 especies diversas de ballenas. Están las más comunes, las más curiosas e incluso algunas de las que se reconocen como en peligro de extinción actualmente.
  • Patagonia Argentina: La Patagonia está situada al sur de Argentina. Se trata de un increíble lugar repleto de paisajes maravillosos en donde es posible disfrutar de la belleza de las ballenas desde muy cerca. Además, es posible vivir la experiencia única de estar presente en el momento en el cual las ballenas francas australes tienen a sus bebés, cerca de la península.