Alberobello es una curiosa ciudad de la región de Apulia (para entendernos, justo donde empieza el tacón de la “bota”) cuya capital es Bari. En 1996 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La originalidad del lugar es debido a sus casas todas iguales, llamadas “trullis“. Sus orígenes se remontan al S. XVI cuando siendo un pequeño feudo bajo el dominio de los Aqcuaviva, condes de Conversano, comenzó a poblarse de campesinos. Los condes autorizaron la construcción de las viviendas pero sin utilizar cemento, a piedra seca para poder ser derruidas fácilmente en caso de inspección. Debiendo por lo tanto utilizar sólo piedras, los campesinos encontraron en la forma redonda con techo de cúpula autoportante, compuesto por círculos de piedra superpuestos, la configuración más simple y sólida.
Los techos abovedados de los “trullis” son embellecidos con pináculos decorativos, cuya forma está inspirada en elementos simbólicos, místicos y religiosos
La iglesia de San Antonio está completamente integrada con el resto del municipio ya que también tiene forma de “trulli” con planta en forma de cruz griega y una cúpula de 21 metros de altura.