Fotografía: Wikanda
La casa de los Pinelos es un antiguo edificio construido por uno de los miembros de la familia que le da nombre al lugar en el siglo XVI. Los Pinelo, eran una familia de comerciantes genoveses que se instaló en Sevilla en la primera mitad del siglo XV. Jerónimo Pinelo fue quien construyó este palacio, que es el resultado de la anexión de varias casas aledañas.
Poco tiempo después de ser construida pasó a ser propiedad del Cabildo Eclesiástico y hasta la época de la Democratización, el lugar era utilizado como residencia para los clérigos, puntualmente de canónigos de la catedral. Con el paso del tiempo se le dieron diferentes usos a este inmenso palacio, siempre dependiendo de quien fuera su propietario.
A partir de 1966, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Sevilla que lo destinó a las Reales Academias Sevillana de Buenas Letras y de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, que están ubicadas en la parte superior del edificio. El establecimiento está declarado como Monumento Nacional.
En la parte arquitectónica, se ajusta perfectamente al modelo de casa Medieval, por su decoración y sus detalles con elementos renacistas. El espacio más característico de la casa, es el patio principal ya que es el tercero de los patios palatinos del Renacimiento en Sevilla. Este patio tiene una decoración de yeso sobre los arcos y columnas de mármol de Génova, que representa la plenitud del gusto plateresco de raíz lombarda.
Las cabezas de material que se observan, tienen que ver con una cuestión de mitología y están inspiradas en los siete libros de Diana. En torno a esta obra, se articulan los espacios de la casa de los Pinelo, como el salón de actos, la biblioteca o la sala de juntas.
La mezcla de corrientes arquitectónicas le da un rasgo muy particular a la vista. La fachada, por ejemplo, tiene un gran torreón con cuerpo de cantería y ladrillo. El patio interior tiene una doble galería de columnas genovesas, una fuente procedente del Palacio de los Levíes y una estructura de Pomona, obra de Juán Luís Vasallo.
Sin duda alguna, una exquisita mezcla de corrientes arquitectónicas y diferentes épocas son los rasgos más fuertes de la casa de los Pinelo.
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