Fotografía: Wikipedia
El puente de Brooklyn no es simplemente una construcción que cruza el río East, sino que es todo un vestigio de la ciudad de Nueva York. Además de unir la ciudad de Brooklyn con la de Manhattan, este puente quedó marcado para siempre en la historia mundial por ser el primer puente de acero y el más largo del mundo de los puentes colgantes durante 20 años.
El ingeniero y dueño de una importante industria metalúrgica, John Augustus Roebling, diseñó este puente en el año 1852. Resulta que este señor no pudo llegar a Brooklyn con el Atlantic Avenue-Fulton Street Ferry a causa de una gran capa de hielo que cubría el río. Ese acontecimiento fue el impulsor de las ideas del ingeniero, quien puso manos a la obra para construir un puente que facilitara tanto el acceso a la ciudad.
Fotografía: Wikipedia
Tanto los gobernantes de Manhattan como los de Brooklyn inmediatamente aceptaron el proyecto de Roebling para edificar un puente. Dicha construcción fue sostenida económicamente por una empresa privada a la que William Kingsley convenció para que administre el levantamiento de la plataforma que uniría ambas ciudades.
La construcción del puente se finalizó en el año 1883, a manos del hijo de Roebling, ya que éste último murió a causa del tétanos en 1869. Gracias al puente las ciudades independientes de Brooklyn y Manhattan están conectadas.
En la actualidad, el puente cuenta con dos niveles diferentes, en uno de ellos circulan los automóviles (inferior) y en el otro (superior) es utilizada por los peatones y los ciclistas.
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