Al sur de Alemania, en las faldas de los Alpes, se levanta la ciudad de Munich, capital de Baviera. Es una de las ciudades más industrializadas del país con un casco antiguo precioso por dónde pasear. Sus gentes alegres y extrovertidas rompen con los tópicos de seriedad con que se ven bautizos los alemanes.
Como lugares de interés es recomendable: la plaza central Marienplatz; el palacio Nymphenburg, antigua residencia de los reyes de Baviera; el jardín Inglés, uno de los parques urbanos más grandes de Europa con senderos, arroyos y puentes por donde pasear; y la iglesia de Peterskirche dedicada a santa Munditia, patrona de las solteras.
Una de las pasiones que comparte la población es la devoción por la ópera y la música clásica. Reflejo de este entusiasmo por los clásicos es la Opera Estatal de Baviera con más de 350 representaciones al año; o los conciertos de “clásicos al aire libre” que se celebran durante el mes de julio en Odeonplatz.
A solo 1 hora de la ciudad se encuentra el castillo de Neuschwanstein. WaltDisney se inspiró en él para dibujar el castillo de sus cuentos.
No puedes marchar de Munich sin beber una cerveza en la taberna más antigua de la ciudad. Hofbräuhaus goza de la popularidad entre sus ciudadanos desde 1559, aunque todas ellas se ven en la Fiesta de la Cerveza. Una importante fiesta popular en el que se consumen más de 6 millones de litros de cerveza y más de 191.000 pares de salchichas. Se llama Oktoberfest, porque se celebra en octubre.
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