Recorriendo la maravillosa ciudad de Berlín

22 julio, 2010

Fotografía: UggBoy

Si estás planeando tu viaje de vacaciones pero no quieres recaer en los destinos turísticos más comunes, te recomendamos una visita a Dublín, la capital de Irlanda. El encanto de esta ciudad es fascinante, ya que ofrece una riqueza histórica, cultural y arquitectónica más que envidiable. Lo mejor de todo es que para disfrutar de este lugar no es necesario tomarse muchos días, ya se pueden recorrer los sitios de mayor relevancia en un tiempo muy corto.

La primera zona a tener en cuenta para visitar es Temple Bar, nombre que recibe el centro de la ciudad. Se caracteriza por tener edificios muy antiguos, de la época en que las mayores obras arquitectónicas eran llevadas a cabo íntegramente con piedras. Además, este lugar es en la actualidad el sitio predilecto para el funcionamiento de bares y restaurantes, donde podrás degustar de la mejor comida tradicional o de una buena cerveza.

Fotografía: Ian Wilson

También hay que hacer un lugar en la agenda para los monumentos religiosos. Es muy conocido que el pueblo irlandés está asociado de manera muy fuerte con la iglesia católica, y por dicho motivo es casi obligatorio pasar por sus templos. La Catedral de Dublín fue levantada en el siglo XI y ha sabido mantenerse a pesar del paso del tiempo y de las inclemencias climatológicas. Es un sitio muy bello, al igual que la Catedral de San Patricio, que se erige como la iglesia de mayor porte en todo el país.

Una de las características más importantes de Dublín es que se trata de una ciudad realmente muy compacta. Todos los puntos interesantes están a escasa distancia entre sí, y la mayoría de ellos se encuentran en el centro. Otros sitios de mucha relevancia además de los que ya nombramos son el Teatro Abbey, la Biblioteca de Trinity College (uno de los colegios religiosos más grandes de Irlanda) y la fábrica de cerveza negra Guiness, donde se puede probar esta deliciosa bebida.

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