Esta admirable imagen corresponde a la localidad navarra de Ujué. El enclave, de origen medieval está presidido por una iglesia-fortaleza, de gran belleza, como el resto del pueblo. El santuario, conocido como Santa María de Ujué, fue bastión de la resistencia navarra ante el avance morisco, en el siglo XI.
La leyenda cuenta que un pastor que dirigía su rebaño por una serranía de Navarra, descubrió en una cueva, la imagen de la virgen cuando perseguía una paloma (usua, en euskera, de ahí el nombre del pueblo (Uxue) y de la iglesia, uno de los exponentes más bellos del románico navarro.
Apenas a 50 kilómetros de Pamplona, aparece esta impresionante ciudad- defensiva, que mantiene, aún en día, casi intacto su pasado medieval, con calles empedradas y casas hechas de mampostería, dispuestas a lo largo de una laberíntica meseta, rodeadas por la sierra de Ujué. Casas muy antiguas, algunas del siglo XIV, como la Casa Prioral, pero también del XVI y del XVII (Casa Iriarte y Casa Juan de la Cruz).
Santa María de Ujué, declarada Monumento Nacional, dispone de una elegante galería gótica de camino a la fortificación. En su interior, la hermosa talla de la Virgen, otra joya del románico que Carlos II ‘El Malo’, ordenó forrar en plata y esmaltes, en el siglo XV. Junto a la imagen, en una vitrina descansa el corazón del rey navarro.
Merece la pena recorrer la sierra, y contemplar el impactante paisaje que se nos ofrece. En bicicleta o bien practicando senderismo, existen varios itinerarios turísticos : Camino de las Pilas, Barranco de Los Berros o el Paseo de las Tres Mugas, por citar algunos de ellos. Y no olvide las migas del Pastor, plato típico de esta zona de Navarra, en ningún sitio la hacen mejor que aquí.
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