Soy un enamorado de Argentina, no puedo evitarlo, pero si hay un lugar que suelo recomendar a todas aquellas personas que me preguntan por un lugar tranquilo en el país sudamericano es la zona de Zárate. Un destino para hacer turismo rural, preferiblemente en época invernal, de lo más interesante.
Zárate es una región dentro de la propia provincia de Buenos Aires que, a tan sólo una hora de camino por la autopista Panamericana, nos traslada a unos rincones que hacen las delicias de todos los que buscamos unas vacaciones en tranquilidad, naturaleza y con todos los toques típicos del país andino.
El punto turístico más típico de esta zona, los puentes de Zárate Brazo Largo y Brazo Corto, han abierto camino a un montón de pequeñas cabañas rurales que, a falta de un reducto de paz y tranquilidad, se pueden convertir perfectamente en nuestra escapada perfecta de invierno (en el hemisferio norte, verano en este precioso lugar del hemisferio sur).
La vida al aire libre es el punto que le da toda la belleza a esta zona de Zárate. Las cabañas rurales, muy similares a las que podemos encontrar en España pero con el puro estilo Gaucho que caracteriza a cualquier construcción colonial de la zona de Buenos Aires puede hacer que nos sintamos como en la auténtica Patagonia Argentina, aunque se encuentre a 2.000 kilómetros de distancia al sur.
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