Todo viajero que se precie que no haya ‘catado’ la costa pontevedresa, no conocerá una parte fundamental de la región. Sus playas tranquilas son lugar idóneo para relajarse del estrés del trabajo. En vacaciones, además, imprescindible si lo que busca es estar lejos de la vorágine.
La comarca de O Salnés, entre las rías de Arousa y Pontevedra constituye un reducto de sosiego y calma. Acercarse hasta sus playas (les será dificultoso, en parte, elegir, entre tanta belleza), es la mejor manera para disfrutar de una velada inolvidable.
Sitios como Vilanova de Arousa, bañada por la impresionante ría gallega, Cambados, Grove o Sanxenxo, pueden ser destinos preferentes. En Vilanova, cerca de la Plaza de Igrexa Nova, concretamente en el Pazo del Cuadrante, nació el escritor Ramón María del Valle Inclán, el creador del ‘esperpento’, en Cambados, cuna y capital del vino albariño, es famosa por sus fiestas, su museo etnográfico y la iglesia Santa Mariña Dozo.
Si acude a O Grove, podrá descubrir un peculiar y típico pueblo pesquero. Desde allí parten transbordadores hasta la Isla de la Toja y su balneario. También puede visitar la Isla de Ons donde se conservan dos castros, Castrelo dos Mouros y Cova da Loba. Esta isla sufrió numerosas invasiones, por lo que se decidió la construcción de dos fortificaciones o castillos medievales. Su faro es uno de los más interesantes de toda Galicia.
Sanxenxo, es conocida como la ‘Marbella gallega’. Sus playas, su buen marisco, y sus largas noches de tapeo y baile, le han colocado la etiqueta de la más turística de todo O Salnés. Casas solariegas, calles empedradas… el tiempo parece detenerse en esta comarca, donde el olor a sal lo inunda todo.
Vía| Chance Viajes
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