Fotografía: Joan Martínez
Menorca una de las islas de Baleares, celebra a lo grande las fiestas patronales en honor a San Juan. San Juan es la noche que marca el inicio del verano, aunque por estas fechas el clima no indica que se acerca su comienzo.
Debemos decir que las fiestas patronales de la Isla de Menorca tienen una tradición centenaria, y que las más conocida se celebra en la Ciutadella, estando reconocida como Patrimonio de la Humanidad. Dos ingredientes imprescindibles en la fiesta son el caballo con sus jinetes y el Pomada, bebida que consiste en ginebra con limonada y que es muy popular en la zona.
La fiesta se inicia cuando suena el flabiol, una sencilla flauta hecha de caña que con un pequeño tambor irán marcando permanentemente el compás de la celebración. El caballo es el protagonista de esta fiesta, donde los jinetes demuestran sus habilidades y elegancia al ritmo del “jaleo”, la música típica de la fiesta.
Fotografía: jjjaime
Un hombre recorre las calles vestido con pieles y descalzo, representando al santo, e invita a todos a participar. El día 24, la enorme plaza de Ciutadella se llena de gente para ver a los caixers, pagesos, el casat, el fadrí, el senyor y el capellà, acompañados por cavallers y del fabioler, que se ocupan de tocar el caramillo. Es un espectáculo digno de contemplar.
En estas fiestas que mejor que disfrutar de la sabrosa gastronomía mediterránea, preparada con productos frescos de la tierra y el mar caracterizan la gastronomía. El pescado fresco, la carne del ganado de las fincas del interior de la isla; el queso artesano con denominación de origen y los tradicionales embutidos y aprovechar para conocer sus hermosas playas y zambullirse en sus refrescantes aguas.
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