Del embarcadero salen las lanchas hacia Isola di San Giulio. Esta isla es la verdadera perla del lago. El edificio que domina la isla es un monasterio de monjas, pero también hay muchas villas con jardines que se asoman al lago. El interior de la basilica di San Giulio, de estilo románico, tiene buena parte del interior cubierto por frescos.
La isla es un lugar muy tranquilo, con un poso de historia en cada zaguán. Como casi sólo se encuentra en Italia.
Orta San Giulio se encuentra al pie de una colina, que ocupa la mayor parte de la península que se adentra en el lago. Ladera arriba, por un camino de adoquines gastados por el tiempo, se llega al Sacro Monte di San Francesco. Aquí se encuentra una serie de capillas dedicadas cada una a un momento de la vida del santo y que fueron construidas, a partir de 1590, a lo largo de más de un siglo.
Por eso, más allá de su objetivo original -el de ser un itinerario para devotos-, un recorrido por estas 20 capillas es un paseo por la historia, el arte y la cultura de una época.
El Sacro Monte di San Francesco forma, junto a otros sacromontes del Piamonte y Lombardía, un conjunto declarado patrimonio mundial por la Unesco. De alguna manera eran una barrera física, mental y religiosa contra la Reforma que amenazaba desde Suiza.
La vegetación forma parte del conjunto y está perfectamente concebida para proporcionar alegría y tranquilidad a los peregrinos. Las vistas sobre el lago y la isla son un añadido extra.
Mas información| Sacro Monte di San Francesco, Orta San Giulio