Fotografía: Wikipedia
La localidad de Lourdes se encuentra en el inicio del cordón montañoso de los Pirineos, en Francia. En el año 1858, Lourdes era una aldea de reducido tamaño constituida por casas humildes y habitantes analfabetos en su mayoría. Hacia el oeste de la localidad se ubica una colina rocosa conocida con el nombre de Massiabelle. Allí se abrió una pronunciada gruta de alrededor de 3 metros de altura y 3 metros de ancho.
Fue allí en donde, según cuenta la historia, se produjo una de las apariciones marianas más conocidas de la historia, en el año 1858. Marie Bernarde Soubirous contempló 18 veces en distintos momentos a una mujer vestida de azul y blanco, quien se hizo llamar “Inmaculada Concepción”. Esta dama le pidió a Marie que construyeran un templo en su honor en la gruta y que bebiera de las aguas que allí surgieran.
Actualmente, junto a la “Gruta de las Revelaciones” se alza un santuario y un sitio dedicado a la peregrinación. La Gruta y la Basílica de la Inmaculada Concepción (construida por el Monseñor Laurence) constituyen el santuario original. Tiempo después, el conjunto de templos y edificios que tienen como centro dicha Gruta recibieron el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
El Santuario de Lourdes está compuesto por 52 hectáreas con 22 lugares de culto, los cuales son visitados por aproximadamente 6 millones de personas por año. El responsable del lugar es el Obispo de Tarbes-Lourdes, quien nombra como representante permanente a un rector. El rector se encarga de miles de personas del hospital Nuestra Señora de Lourdes, así como de diversos hospitales de otras zonas.
Además, en el lugar transitan alrededor de 30 sacerdotes que acompañan a las personas que visitan el lugar y administran los sacramentos. Asimismo, existen cinco comunidades femeninas que están al servicio del santuario, el cual cuenta con 300 empleados fijos y 95 temporales para febrero, mes en el cual se lleva a cabo la fiesta de la Virgen de Lourdes.