Declarado “Monumento Histórico-Artístico” desde 1962 y protegido como Bien de Interés Cultural se encuentra en Écija un edificio que destaca por sus formas curvas y por la profundidad que crea la impactante decoración de su fachada, se trata del Palacio de Peñaflor, que también se conoce por los “la casa del balcón largo”.
El edificio del siglo XVIII es uno de los interesantes del barroco de Andalucía. Estuvo habitado por la familia Peñaflor hasta 1958, cuando falleció la última marquesa.
Tiene un gran balcón en el cual los Marqueses hacían sus apariciones públicas. El balcón está flanqueado por columnas salomónicas sobre cabezas de leones, y con pinturas al fresco combinadas con paisajes y arquitectura fingida, por donde el largo balcón se ciñe a la curvatura de la calle, le sigue una excepcional portada barroca.
La vida en el palacio giraba en torno a un patio central que está rodeado por todas las habitaciones de la vivienda distribuidas dos plantas.
En el centro del patio hay una fuente esculpida en mármoles, y en la zona claustrada, un original friso que cubre la parte baja, hecho de placas de mármol negro de Córdoba, mármol rosa de Cabra y ágata de Lanjarón, formando una elegante y original decoración barroca con valores pictóricos de efectos impresionantes.
La escalera de honor se abre en dos tramos, está cubierta con cúpula, un hermoso espacio ornamentado con fantásticas yeserías de alta calidad artística. En el muro existe una pintura sobre lienzo de la Virgen del Rosario, de Escuela Sevillana del s.XVIII.
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