África es un continente de gran tamaño, pero a pesar de eso, su clima no es muy variado como en otros continentes, a causa de la posición que presenta África en la zona tropical, del impacto de las corrientes oceánicas frías y la ausencia de cadenas montañosas que sirvan de barrera climática.
De todas formas, éste se altera dependiendo de la zona del continente en donde nos encontremos. Debido a que se ubica prácticamente por completo entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio, sus climas suelen ser intertropicales.
En África, cuando se trata sobre el clima, es importante distinguir entre varias zonas muy diferenciadas entre sí. Por un lado, está el clima mediterráneo en áreas como el norte de Marruecos, el norte de Argelia, el norte de Libia, el norte de Egipto y Túnez. Más al sur el clima es desértico, especialmente en el centro de los países anteriormente mencionados y también en la sabana. Por último, el clima oceánico del sur, en países como Sudáfrica, que presenta temperaturas subtropicales.
África posee climas de lluvias abundantes y temperaturas elevadas, en el centro del continente y la costa oriental de Madagascar. También presenta climas propios de bosques tropicales que abarca una quinta parte de toda África, la cual se caracteriza por ser húmeda en verano y seca en invierno. Además, el clima árido o desértico se desarrolla principalmente al norte de Sahara, al este de Horn y al sureste de Kalahari y Namibia.
Es aconsejable ir a Sahara y las zonas más áridas especialmente en finales de octubre hasta el mes de febrero. En estos meses también es recomendable viajar a las zonas del sur del continente, a lo largo de la costa occidental africana. En enero y febrero es recomendable visitar la sabana africana, mientras que entre marzo y mayo es bueno conocer las tierras más áridas.