La feria del caballo que tiene sus orígenes en la edad media.
Está declarada declarada de interés turístico internacional y junto con la Semana Santa es la fiesta más importante de Jerez de la Frontera. Desde el 2 al 9 de mayo se puede disfrutar de la belleza de los caballos.
Fue Alfonso X el sabio el que concedió a Jerez dos ferias, una en el mes de abril y la otra en Septiembre. En un documento de 1481 se especifica el lugar de donde debía celebrarse, concretamente en la llamada calle de la feria.
Como curiosidad de entonces, hay que destacar la obligación de los vecinos de la zona, tenían que poner lumbres a sus puertas, para que el recinto estuviera iluminado, bajo la pena de doce maravedises.
Que a los feriantes se le hacía un salvaconducto por el que durante el tiempo de feria y tres dias más no se les podía detener, ni embargar sus bienes por deudas que debieran al Rey o la Reina.
Y que los primeros feriantes fueron traperos ingleses, lanceros bretones y mercaderes de Flandes, que ofrecían sus mercancias, y al mismo tiempo compraban vinos, mostos y pasas de la zona.
Actualmente, se celebra un amplio programa ecuestre donde se dan cita todas las disciplinas.
Durante estos días Jerez se convierte en la capital del mundo del caballo. Este año 222 casetas son las que van a garantizar el buen ambiente durante más de una semana, además la feria está dedicada al País Vasco y para iluminarla se han encendido más de un millón de bombillas.
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