Fotografía: Ivan Mlinaric
El lago Titicaca es uno de los sitios más bellos y enigmáticos de América. Sus aguas bañan y conservan a una población mayoritariamente indígena, que aún practican las tradiciones del imperio inca. Este lago se encuentra ubicado en una zona compartida por Perú y Bolivia, posee una superficie de aproximadamente 8490 kilómetros cuadrados y una profundidad de 280 metros.
En su orilla alberga a la capital folklórica por excelencia del Perú, la ciudad de Puno. Fue fundada en 1666, cuenta con una población de 60000 personas de origen Aymará en su mayoría. Sin embargo, el pueblo conserva su legado español en las expresiones artísticas y culturales. Las actividades económicas que se realizan en Puno son la pesca y la artesanía.
Por otro lado, las aguas del lago reúnen en total 36 islas, de las cuales las de los Uros, Taquile y Amanti son las más grandes del territorio de Perú.
En 1978 fue creada la reserva del Lago Titicaca, con la finalidad de conservar su flora y fauna silvestre así como la belleza de sus paisajes. En esta reserva podemos encontrar más de 60 variedades de aves, 14 especies de peces, 18 especies de anfibios, entre las cuales se encuentran la rana gigante de Titicaca que puede llegar a pesar hasta 3 kilogramos.
Una de las islas más conocidas, es la flotante de los Uros. Está construida de forma artificial sobre totoras. Se puede acceder a ella a través de lanchas a motor desde la ciudad de Puno, con una demora de 20 minutos.
Otra isla para destacar es la Amanti. En este sitio también se conservan las tradiciones del antiguo imperio. Es una de las islas más bellas del lago, ya que posee una decoración de plantas trepadoras y vestigios culturales. Allí se pueden encontrar restos arqueológicos de una de las ciudades sagradas del imperio.