Fotografía: Carlos Arana
Para este 2010, quienes tengan la oportunidad, no deberían perderse la legendaria experiencia que brinda la fiesta de San Fermín, que se realiza el 7 de julio en Pamplona, que es, sin lugar a dudas, una de las ciudades más importantes y prestigiosas de España.
A pesar de que las Fiestas de San Fermín están dedicadas al patrón de Navarra, los que concurren a estas festividades año tras año sostienen que el tema religioso está en segundo plano. En primer plano, como representación popular de estas fiestas, están las corridas y el encierro.
Con respecto al característico pañuelo rojo que se usa durante San Fermín, tanto anudado al cuello, como en la cabeza, la muñeca o simplemente en el bolsillo, se debe a que los sacerdotes durante las fiestas religiosas que celebran la vida y la muerte de un santo por defensa de sus creencias (mártir) se visten de este color. Aparentemente, el pueblo adoptó esta particular costumbre en estas festividades. Por otro lado, también se acostumbra a vestir de blanco.
Una de las actividades más famosas de San Fermín, como ya hemos mencionado, es el encierro. Esto consiste en una carrera de 850 metros delante de los toros que culmina en la plaza de los toros. La manada está compuesta por seis toros y ocho cabestros, seguidos de unos pastores que controlan que los animales no se queden remolones.
Hay que tener en cuenta que se deben cumplir pautas de seguridad, como no levantarse inmediatamente en caso de caída y cubrir la cabeza con los brazos en posición fetal. Si se realiza de manera responsable y razonable, se puede disfrutar de una actividad divertida y de un ambiente amigable en esta gran fiesta.